Los sistemas para evitar colisiones en minería se han convertido en una prioridad para cualquier operación que busque reducir incidentes, proteger a sus equipos y mejorar la continuidad productiva sin sobrecargar al operador. Durante su intervención en PERUMIN, Raúl Santana, CEO de Torsa, presentó cómo la compañía está abordando este reto desde un enfoque centrado en el operador y sustentado en tecnología real, operativa y probada en distintas partes del mundo.
Este artículo recoge las ideas principales de su charla y las organiza para dar respuesta a una pregunta clave en el sector: ¿Cómo pueden estos sistemas mejorar la seguridad sin añadir complejidad al día a día de la operación?
La operación aumentada como enfoque práctico para reducir riesgos
Una de las ideas centrales de la ponencia fue la operación aumentada, un concepto que surge de integrar distintas soluciones que trabajan de forma coordinada para apoyar al operador allí donde el riesgo es mayor. No se trata de sustituirlo ni de convertir la operación en algo más complejo, sino de dotarlo de herramientas que le permitan reaccionar a tiempo, mantener la atención y reducir la probabilidad de incidentes.
Este enfoque nace de una realidad que Raúl expuso con claridad: la transición entre una operación manual y una operación autónoma no es inmediata. Implica retos tecnológicos, presupuestarios y humanos. Y en un puesto tan exigente como el de los operadores de maquinaria minera, la fatiga, la monotonía o una distracción mínima pueden marcar la diferencia.
Por eso, el objetivo de Torsa es claro: identificar el momento crítico en el que se desencadena un incidente y ayudar al operador a evitarlo, sin interferir en su forma natural de trabajar.
Sistemas para evitar colisiones en minería: una visión más allá de la alerta
A lo largo de la charla, Raúl insistió en que hablar únicamente de “anticolisión” es reduccionista. Una colisión, por definición, solo existe cuando sucede. Lo que realmente puede hacerse es anticipar la situación que conduce al evento y actuar antes de que ocurra.
El sistema anticolisión (CAS) de Torsa trabaja sobre tres dimensiones:
1. Interacción entre vehículos
Detecta la posición, velocidad relativa, probabilidad de visibilidad y dinámica del terreno.
Esto permite priorizar qué información es realmente relevante para el operador y evitar alertas innecesarias.
2. Interacción entre vehículos y personas a pie
La solución está diseñada para proteger a quienes están dentro y fuera del vehículo, incluso si no llevan dispositivos adicionales. La responsabilidad de la seguridad no puede recaer solo en la persona, y por eso el sistema detecta cualquier presencia cercana.
3. Interacción con objetos estáticos
Frentes de minado, bermas, garitas o cambios de nivel forman parte del día a día en una mina. El sistema evalúa estos elementos y los incorpora al análisis de riesgo.
El resultado es una tecnología multimodal, que adapta la información según el tipo de maquinaria (palas, camiones, toros, cargadores frontales) y la tarea que se está ejecutando (acarreo, cargueo, maniobras en stockpile).
Este diseño evita la saturación del operador: menos ruido, más información de valor.
Fatiga y distracciones: un factor crítico que influye directamente en la seguridad
Otra parte importante de la ponencia estuvo dedicada al sistema antifatiga. Diseñado a partir de necesidades reales de los clientes, este sistema va más allá de detectar la somnolencia: identifica qué está desatando la distracción del operador.
Entre los comportamientos que analiza podemos encontrar:
- cierre involuntario de ojos
- desvío prolongado de la mirada
- uso del teléfono
- comer o beber mientras se conduce
- posturas corporales que indican pérdida de foco
Aquí Raúl destacó un elemento diferenciador de Torsa: el sistema analiza la postura completa, no solo el rostro. Esto evita falsas alertas cuando el operador mira un espejo lateral o realiza maniobras normales que otros sistemas podrían interpretar erróneamente como fatiga.
De nuevo, el objetivo es claro: no incomodar al operador, sino ayudarle.
Intervención inteligente: actuar más, alertar menos
Uno de los aspectos más destacados de la charla fue la explicación del módulo de intervención.
Lejos de realizar frenadas bruscas que podrían poner en riesgo la operación, el sistema está diseñado para cumplir con los requisitos del EMESRT Level 9: intervenir solo cuando la respuesta humana no es suficiente.
Esto permite:
- reducir el exceso de alertas por distancia
- limitar la velocidad cuando es necesario
- mantener siempre una operación controlada
- disminuir el estrés acumulado del operador
Todo ello sin que el operador tenga que configurar nada. La protección funciona de manera automática, respetando la forma natural de conducción.
Datos reales que mejoran la seguridad: la importancia del análisis continuo
Durante la charla, Raúl mostró cómo los datos generados por los sistemas se integran en .torsacloud, la plataforma de análisis de Torsa donde es posible:
- visualizar situaciones reales en tiempo real
- revisar eventos pasados
- estudiar cómo interactúan los operadores entre sí
- identificar patrones de riesgo
- detectar operadores más expuestos mediante reportes de desempeño, reforzando la formación donde más impacto tiene
En la operación minera de Antapaccay, Torsa ha recopilado más de 9.000 millones de registros, cada uno con más de 80 variables. Esta información es clave para mejorar procesos y para que los equipos de seguridad y operaciones tomen decisiones basadas en datos, no en percepciones.
Resultados en campo: tecnología probada, no teórica
Raúl compartió ejemplos de entornos reales donde estos sistemas ya están operando.
Torsa cuenta con despliegues completos en minas de Sudáfrica y Arabia Saudí, donde la integración CAS + antifatiga ha demostrado:
- robustez y fiabilidad operativa
- adaptación a flotas diversas
- mejora en la continuidad operacional
- reducción de incidencias por distracción o distancia insuficiente
- aceptación alta por parte de los operadores
- menor estrés por exceso de alertas
Estos resultados no dependen de una mina o de un país concreto, sino de una realidad transversal: cuando la tecnología acompaña al operador en vez de sustituirlo, la seguridad mejora.
Avanzar hacia una minería más segura sin añadir complejidad
El mensaje de la charla quedó claro: los sistemas para evitar colisiones en minería deben disminuir el riesgo sin complicar la operación. La clave está en combinar:
- análisis inteligente
- intervención selectiva
- comprensión del comportamiento humano
- datos operativos reales
- una integración que ayude, no interfiera
Cuando todo esto se une, la operación se vuelve más segura, fluida y eficiente.
Los operadores trabajan con más confianza y menos estrés, y las minas reducen incidentes, tiempos de inactividad y costes operativos.
Si quieres ver cómo todo esto cobra sentido en una operación real —con ejemplos, situaciones de campo y la explicación directa de Raúl— te recomendamos echar un vistazo al vídeo completo 👇